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Escritura introspectiva: vacía tu mente y disminuye el estrés

En la actualidad, la mayoría de las personas viven en constante estrés, ansiedad, miedo y demás sensaciones desagradables que sólo generan mayores problemas en la salud física y emocional de la sociedad en general.

Si alguna vez has sentido que el mundo te abruma, que los problemas y miedos sobrepasan tus emociones, te recomiendo que busques papel y pluma para comenzar a vaciar tu mente a través de la escritura introspectiva.

¿Cómo funciona la escritura introspectiva?

Antes de empezar, es importante aclarar que la escritura no sustituye la ayuda psicológica, aunque puede ser  una gran aliada para tener momentos de introspección que te permitirán conocerte mejor y encontrar solución a todo aquello que se revuelve en la cabeza. La escritura introspectiva es una herramienta que te permite disminuir tus niveles de estrés y vaciar tu mente de todas las emociones, pensamientos y sentimientos que invaden tu mente.

Lo primero que debes saber es que la escritura que te propongo, no busca textos perfectos. Lo que se propone es que sea una escritura espontánea que te permita conectar contigo mismo. Las principales ventajas de que hagas este ejercicio son:

Comprender y explicar tus emociones

¿Te ha pasado que sientes angustia, enojo, tristeza o miedo, pero no sabes por qué? La escritura ayuda a encontrar esa respuesta. Puedes intentar describir la sensación o incluso explicar desde qué momento comenzaste a sentirte así. Muchas veces no encontrarás las palabras exactas, pero buscarlas es una forma de liberarte de todas esas emociones y pensamientos que no te dejan avanzar.

Por otro lado, la escritura introspectiva también ayuda a procesar internamente situaciones que hayas vivido en el pasado y que en su momento no hayas podido entender o asimilar.

No hay juicios ni críticas

Cuando escribes para vaciar tu mente, el principal destinatario de esos textos eres tú mismo. Lo que significa que la única persona que leerá esos textos eres tú, por lo tanto, no habrá un juicio ni calificación a la forma en la que te expreses. Nuevamente, no estás buscando crear un texto perfecto, sino uno que te permita conectar contigo mismo.

Regular la velocidad de tus pensamientos

Cuando escribes, tu mente va a una velocidad mayor a la de tus manos al escribir en el papel o la computadora. Si realizas la escritura introspectiva de manera constante, comenzarás a sincronizar la velocidad de tu escritura con la de la mente, lo que te permitirá ser más consciente de las palabras que utilizas y de lo que quieres expresar. Si eres una persona que padece de ansiedad, poder disminuir la velocidad de tus pensamientos es un factor clave para que logres calmar tu mente.

Aumenta el autoconocimiento

Al escribir se liberan diferentes emociones que, al salir de la mente, generan una sensación de autoconocimiento, es por ello que al escribir, lo más importante es que no pienses en otras cosas y que vacíes toda tu mente sin temor al qué dirán.

Pero, ¿Cómo empezar a escribir? Aquí te dejo algunos consejos que te pueden ayudar.

Consejos para iniciar en la escritura introspectiva

1. Lo ideal es que escribas a mano, ya que hacerlo de esta forma permite que tomes mayor conciencia de la actividad que realizas. Algo que te puede motivar es el soporte en el que vas a escribir, una libreta, un cuaderno, un bloc, etc. Procura que la libreta o cuaderno que utilices sea el mismo, para que puedas generar un hábito y, además, puedas tener todos tus escritos en un mismo lugar.

2. Ya sea que asignes un espacio y un momento determinado (por ejemplo, antes de ir a dormir para vaciar todas las emociones, pensamientos, actividades de tu día) o si decides escribir en el momento y el lugar en el estés cuando te abrumes. Lo importante es que procures darle continuidad a la actividad y que busques los lugares y tiempos que se acomoden más a tus actividades diarias. Recuerda que escribes para desahogarte y descargar tu mente, no para saturarte o sentir estrés por tener que escribir.

3. Escribe y no dejes de escribir. Esto quiere decir que no te detengas a revisar la ortografía o la sintaxis de tu texto, intenta dirigir tu pensamiento hacia los problemas o preocupaciones que tienes. Si no sabes cómo empezar puedes responder alguna de las siguientes preguntas: ¿Cómo me siento hoy?, ¿qué me gustaría cambiar de este día?, ¿hay algo que me preocupe en este momento?, ¿hay algo por lo que quieras agradecer?, etc. También puedes utilizar la forma de diario o escribirte cartas a ti mismo.

4. Si tienes algún bloqueo o notas que no estás logrando conectar contigo o escribir sobre ti sin sentir pena, puedes usar alguno de estos recursos: Usar la ficción, es decir, puedes crear personajes ficticios o inventar lugares donde ocurran las cosas. Otro recurso es escribir en tercera persona (él/ella), esto te ayudará a sentir que hay una pequeña distancia entre lo que escribes, lo que sientes y tu propia persona.

5. Recuerda que tú eres dueño de tus textos, así que sólo tú decides si quieres releer lo que hayas escrito con anterioridad, o incluso, si quieres compartir esos textos con alguien más. Nadie puede decidir por ti.

Si quieres llevar esta experiencia a otro nivel, incluso puedes complementar con meditación, música relajante y hasta aromaterapia. Lo importante es que aprendas a convivir con los sentimientos y pensamientos negativos de una manera más empática y amorosa.

Así que ya lo sabes, puedes complementar los cuidados de tu salud física y emocional con ayuda de una hoja de papel y pluma.


Referencias:

  • Cuaderno de emociones: una herramienta para soltar los pensamientos negativos | Porque quiero estar bien. 
  • Escribir como terapia para bajar la ansiedad y estrés. | Desansiedad
  • Escribir para liberar emociones | Teje tu historia
  • Escritura automática, una herramienta para liberar el subconsciente | Hola Lifestyle

Caro Yeye

Egresada de Letras Hispánicas, promotora y mediadora de lectura. Imparto talleres de creación literaria. Vivo entre libros que nunca termino de leer. Ciclista urbana y amante de las nubes, los gatitos y el calor.